Es raro. En Santa Fe, hay radicales socialistas y radicales liberales. Y la dinámica política hace que uno vaya mutando para poder en cualquier circunstancia cumplir con los principios sociales del centenario partido.
Y los radicales liberales con el intendente de Santa Fe a la cabeza y con muchas ganas de ser gobernador empezaron a caminar mostrando lo que el PRO quiere que muestren: promesas, sobretodo obras de infraestructura, puentes, autopistas, autovías, rutas seguras. Creo que no hace falta detallar las horas en los medios para difundir la idea que con “estos” ahora podemos no solo gobernar, sino realizar las obras que no trajo el kirchnerismo y las que no pudieron realizar los peronistas en veinticinco años de gobierno en la provincia. Pura cháchara como diría Vicente Leonidas Saadi.
¿Pudieron los diputados nacionales proradicales y los operadores, influir para que se incluya el norte de Santa Fe en el Plan Belgrano? No.
Por eso en mi facebook no hace mucho publiqué a manera de desafío al diputado provincial Federico Angelini para que me diga porque no están en el presupuesto 2017 las obras que había afirmado se harían. Ahoran salen los dos voceros de promesas vacías del proradicalismo Barletta y Corral a decir que van a luchar para que los diputados nacionales traten que las obras necesarias sean incluídas en el presupuesto. Lo mismo pasaba con Agustín Rossi amigos. Jamás pudieron lograrlo.
En Santa Fe existen proyectos emblemáticos desde hace mucho tiempo y que responden realmente a necesidades: a) Puente Reconquista - Goya (Ctes); b) puente Santa Fe - Santo Tomé; c) autopista Santa Fe - San Justo (100 km de extensión, continuación de la RN A007 que es, la circunvalación de Santa Fe y d) transformar en autopista el tramo San Justo - Resistencia (Chaco) tramo que le entrega a la sociedad tantos muertos como la RN 34. Después empezaron los lobbys de Corral para construir el puente Santa Fe - Paraná porque el tunel subfluvial en algún momento va a colapsar.
La única verdad es la realidad decía el general. Y la realidad es que en el presupuesto 2017, las obras que salieron no a prometer, sino a decir que se iban a ejecutar desde el 2017 al 2019 con seguridad, no están en el presupuesto. No están. Y no van a estar porque las prioridades están en otra parte.
Siguen siendo ingenuos