No debería sorprendernos

Que los candidatos a diputados nacionales prometan gestiones por el bien de la provincia, tantas pero tantas, que seguramente se podrían construir réplicas de las pirámides de Egipto o emular las torres de Petronás o convertir las rutas nacionales que cruzan la provincia en un entramado de carreteras al estilo de San Francisco, California entre otras tantas. Pero no es así. Llegan y fuiste. Los oficialistas porque deben responder a mandos naturales y los opositores porque no consiguen la fuerza necesaria para impulsar sus proyectos. Es la dinámica legislativa. Ocurre en la nación y ocurre en todas las provincias.

Rosario12 le da a la diputada nacional por Santa Fe Anita Martinez del PRO por no haber apoyado el proyecto que declarba la “emergencia hídrica, económicam vial, agropecuaria, sanitaria y social” de la provincia de Santa Fe afectada por las inundaciones. Y agrega también, al diputado Luciano Lastima, quien iba a ser Ministro de Economía si Del Sel era ungido gobernador. Dice el artículo de Juan Carlos Tizziani, un periodista que cubre normalmente los vaivenes de la legislatura santafesina “El proyecto fue presentado en febrero por diez diputados de Santa Fe. Los seis del Frente para la Victoria: Cléri, Silvina Frana, Alejandro Ramos, Lucila De Ponti, Josefina González y Eduardo Seminara; dos del Frente Renovador: Alejandro Grandinetti y Vanesa Massetani y los socialistas Hermes Binner y Alicia Ciciliani. Sus pares del PRO y los diputados de la UCR, Mario Barletta y Hugo Marcucci, se mantuvieron a distancia de la iniciativa, aunque la semana pasada Marcucci pidió al gobierno de Macri que extienda la "emergencia hídrica" a Santa Fe, pero sin mencionar la crisis social y productiva.”

Diría que es histórica esta mutación. No pretendo tirar un manto de piedad sobre la actuación de los legisladores del PRO en la Cámara de Diputados de la Nación, no son del palo. Tampoco lo tiré en otra época con legisladores del palo que no pudieron poner un solo peso del presupuesto en obras de infraestructura en las rutas nacionales que cruzan la provincia de Santa Fe a lo largo, por caso y porque me toca por mi residencia: la ruta nacional 11, para muchos la ruta de la muerte; pero me consta que la legislatura santafesina reclamó enfáticamente que se realicen estudios para convertir en autovía la RN 11 Reconquista - Resistencia como manera de compensar a la prometida autovía Santa Fe - San Justo que casi en cadena nacional anunciaban los legisladores nacionales por Santa Fe en 2012. El proyecto, solo estuvo ese año, después nunca más.

Tampoco lo tiré cuando los legisladores santafesinos del otro oficialismo comandados por Agustín Rossi-  nunca reclamaron ni hicieron pedidos de informes sobre los sostenidos incumplimientos de las concesionarias de las rutas nacionales, que son, verdaderos tragamonedas, generoso contrato de enunciado de obras que jamás se hicieron. Y cuando tuvieron que dar explicaciones.., que querés que te diga. Si se hubieran presupuestado las obras de infraestructura que la provincia necesita y se hubieran realizado, probablemente, más allá de la abundancia del «niño» las consecuencias serían más “benignas”. Para los gobiernos, las prioridades son otras, seguramente y la bajada de línea en el oficialismo se ajusta, se disciplina y tenés que poner cara de poker, diría un amigo.

No es nuevo este comportamiento. No debería sorprendernos. No solo porque ni siquiera se imaginan lo que pasa en todo el territorio santafesino, si no porque cualquier cosa que al empresariado nacional que conduce los destinos de la patria les embarre la cancha, pegan el faltazo. No es nuevo.

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