Ultimo tango en París


Dice Zlotogwiazda
Si bien la Argentina tiene hoy la misma deuda externa que en 2001, alrededor de 130.000 millones de dólares, hay en la actualidad varios motivos que le restan buena parte de su gravitación. En primer lugar, la economía es ahora más grande que hace diez años, con lo cual la proporción de la deuda sobre el PBI cae significativamente hasta representar hoy algo menos del 45 por ciento. Para tener un parámetro de comparación, la deuda de los países en la zona del euro equivale al 90 por ciento del PBI de la región, y en países como Italia y Grecia la deuda es mayor que el PBI.

Pero además hay que tener en cuenta que alrededor de 60.000 millones de dólares es deuda interestatal, que el Tesoro mantiene con organismos públicos como la ANSeS, el Banco Central, el PAMI, la AFIP y la Lotería Nacional, es decir, un pasivo de refinanciación asegurada. Y lo mismo vale para los más de 15.000 millones de dólares que se debe al Banco Mundial, al BID y a otros organismos multilaterales de crédito. Descontando estos dos rubros, la deuda con privados representa nada más que el 25 por ciento del PBI, que es menos de la mitad de la proporción que se registraba en 2005 y mucho más chica aún que en 2001.

A lo que habría que agregar como dato nada menor que mientras en 2001 el 97 por ciento de la deuda estaba contraída en divisas, actualmente cerca de la mitad está en pesos.

Dado ese notable proceso de desendeudamiento y la solidez de ciertas variables clave de la macroeconomía, el horizonte de la deuda aparece despejado. Con 11.000 millones de dólares de vencimientos, el 2011 es el último de los tres años de pagos por encima de los 10.000 millones, que van a ser cubiertos sin mayor dificultad apelando a 7.500 millones de dólares de las nutridas reservas del Banco Central. En 2012 los vencimientos caen a 6.000 millones.

“Su economía tiene un número importante de fortalezas macroeconómicas que han sido ignoradas o malentendidas. En algunas variables económicas fundamentales la Argentina es más comparable con un país calificado con investment grade (grado de inversión) o cerca de serlo, que con el lugar que ocupa apenas por encima del nivel de default” (Daniel Volberg, economista de Morgan Stanley opinión sobre la Argentina). Se refiere concretamente a cuatro variables: 1) el crecimiento del PBI, que estima en 9,5 por ciento este año y proyecta a 5,9 por ciento para el que viene; 2) “Tiene uno de los mayores superávit de cuenta corriente del mundo”, sustentado principalmente en el saldo positivo de la balanza comercial; 3) “Cuenta con una de las posiciones fiscales más cómodas del mundo”, y eso lo coloca “en el pequeño club de los países con presupuesto equilibrado”; 4) dispone de un “enorme colchón de reservas”.
Mientras tanto, seguirá la Presidente gobernando con la reconducción del Presupuesto 2010 para el 2011.

Nos vemos,

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