INGENIO LAS TOSCAS, SEGUNDA PARTE

La subasta del 07 de Diciembre, dejó las cosas en orden. Al menos para los nuevos propietarios del ingenio azucarero, para los empleados y obreros, para los habitantes del barrio. A partir de ahora, todos tienen una especie de blindaje.

GOLOESTE S.A. adquiere el ingenio azucarero por 1,1 millones de pesos. El remate, consistía en la ejecución de la hipoteca a favor de la compradora, quien había adquirido los derechos y acciones al Banco de la Nación Argentina. La hipoteca a la que hago mención, es la que se constituye el 31/01/1995 y se refinancia el 27/12/1996 por un monto total de U$S 758 mil y fracción (Registro Notarial 341, Avellaneda, Santa Fe).

Estuve en el acto de la subasta e involuntariamente hice un parangón con la otra subasta, aquella donde la Asociación Servitas adquiere la sede de la administración de la Cooperativa por 50 mil pesos. El fervor popular era mayor, existía de parte de Carlos Serpelloni un defensa a ultranza de los intereses de los productores que con tanto esfuerzo la construyeron. En esta no vi a ninguno de los consejeros actuales de la Cooperativa ni tampoco a los que comandaron la odisea y mega operativo de compra de la planta industrial.

En el año 1991 se produce la expropiación del ingenio Arno y la entrega gratuitamente al flamante Consorcio de la Caña de Azúcar. Dio mucha bronca. Por eso estoy convencido que la odisea fue para demostrar que los tosquenses podían arreglárselas solo, sabiendo que el 70% de la materia prima era de los socios de la Cooperativa. En mi artículo anterior reservé mostrar como consiguieron los fondos para la compra, lo hago ahora: 1) Banco Nordecoop C.L. $ 97 mil; 2) Banco de Santa Fe $ 247 mil; 3) Banco de la Nación $ 600 mil; 4) Ventas anticipadas de azúcar $ 221 mil y 5) Municipalidad de Las Toscas $ 490 mil. El 17/08/1993 se firman dos hipotecas a favor del Banco de Santa Fe SAPEM: $ 500 mil y $ 300 mil (escrituras 192 y 193, Registro Notarial Nº 122, Las Toscas)

Quienes desarrollaron la ingeniería financiera para la compra sabían que algunos compromisos no se iban a cumplir, los asesores y algunos empleados antiguos manejaban las variables de mercado y sabían los resultados. Mientras tanto, el compromiso con la Municipalidad de Las Toscas estaba en un rincón, esperando.

LA HISTORIA DE A.CRE.NES.

A instancias del ex – diputado nacional Francisco Sellarés, la Cámara de Diputados mediante un proyecto de resolución del año 2003, solicita al Poder Ejecutivo Nacional arbitre ante el Banco de la Nación para la suspensión de los remates que afectan a los trabajadores y productores azucareros del ingenio Las Toscas. Transcribo textualmente parte del texto de los fundamentos del ex – diputado: “después de diversas zafras con resultados deficitarios resueltas sobre la hora por la autoridades para zafar transitoriamente de los correlativos problemas sociales, pero sin solucionar los problemas de fondo, en 2001, por indicación del Gobierno Provincial –para que pueda venir ayuda económica- el único ente considerado “viable” para hacerse cargo de la situación era la Asociación para el Crecimiento del Noreste Santafesino (ACRENES). Sobre la base de ello la cooperativa firmó un contrato alquilándole el ingenio por cinco años acordándose un canon del 10% sobre el producto a partir del 2002, estableciéndose realizar además la zafra “unificada”, es decir: en el 2001 en el Arno mientras simultáneamente se concretaría la reparación del ingenio Las Toscas, con el compromiso de llevar a cabo la zafra 2002 en este, pero la esperanza cifrada en ello sufrió un rudo golpe en la realidad: la zafra se hizo en el Arno mientras que la planta fabril de Las Toscas al finalizar el 2001 se dejo en estado catastrófico (con elementos de la planta diseminados en Villa Ocampo y Tucumán y el resto totalmente desmontado), sin medios (dinero) ni tiempo para remediar tal estado de cosas, derivando ello en el incumplimiento de realizar aquí la zafra 2002, conforme lo pactado” (Trámite parlamentario 171, del 03/11/2003, Expediente Nº 5271-D-03). La descripción que hace Sellarés es clara y contundente.

El contrato con las cooperativas.

Utilizo el plural, pero en realidad la firma del contrato de arrendamiento se da con una sola entidad: Cooperativa Agroindustrial Arno Limitada bajo el objetivo de realizar la tan mentada zafra unificada. Bien expresa la cláusula 5: “la finalidad de la cesión es el alistamiento previo y la explotación industrial y comercial del ingenio Arno, con el objeto de producir y comercializar azúcar y subproductos de la caña de azúcar”. El contrato casi leonino embreta a la Cooperativa Agropecuaria Las Toscas, ya que su representante queda relegado a una mera acción administrativa y de control de la reparación del ingenio Arno. En el contrato se establece una cláusula gatillo para la resolución del contrato ante tempus sin indemnizar a las entidades cooperativas en caso de presentarse terceros interesados en operar el ingenio durante la zafra 2001.

El ATN de $ 400 mil

Por Resolución 342/01 el Ministerio del Interior otorga a la Municipalidad de Las Toscas un A.T.N. de $ 400 mil y ésta con la autorización del Concejo Municipal con el dictado de la ordenanza 15/2001 pone a disposición de A.CRE.NES ese dinero, a efectos de financiar los desequilibrios financieros que, según el informe elaborado por el Gerente ad-hoc de la arrendataria sumaba $ 460 mil y fracción al 25/06/2001.

La ordenanza citada dispone que los fondos deben devolverse a la Municipalidad de Las Toscas, como acreedora, en un plazo no mayor a cinco años o zafras a partir de la fecha de la firma del contrato de arrendamiento: 19/05/2001.

Al fin de cuentas todo este extenso proceso costó a los tosquenses $ 890 mil. Siento que las inequidades se profundizan en este bendito Departamento General Obligado, y digo esto porque fue el mismo ex – diputado Sellarés quien lo reconoce en los fundamentos de aquel pedido de intervención al gobierno nacional “… mientras que el otro ingenio era donado por el gobierno”. La zafra 2001 se hizo en el ingenio Arno y el ingenio Las Toscas estaba por el suelo, absolutamente desarmado. ¿Cuál fue el criterio del comité gerenciador? Con la decisión tomada Las Toscas se envolvía en un caos social, fruto de su propia ineficacia y frustración. Desde entonces, el ingenio Arno no ha parado de la mano de INAZA S.A. quien comenzó a explotarlo en el 2002. Después de la crisis de ese mismo año y desde el 2003 parece que las cosas se vienen acomodando para Las Toscas azucarera.

La moneda del bien común, aquella de las dos caras: SEGURIDAD y PROSPERIDAD, no se cae, esta paradita, porque me parece que todos los involucrados directamente al sector cañero y aquellos involucrados por efecto multiplicador comienzan a ver claramente las dos caras. En hora buena.

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