LINEAS DE CONVIVENCIA

Recientemente vivimos como los dos principales referentes políticos de Las Toscas confluían en establecer criterios comunes para el desarrollo de las instituciones locales. Los visto y anunciado es lo que actualmente se vive en política. Es la tendencia del tiempo.

Darío Vega y Federico Pezz (h) resumen para mal de pocos y beneplácito de muchos esas tendencias políticas. Son los claros referentes por trayectoria, por ganas de hacer y por convicciones del PJ y la UCR vernáculos.

Ambos crecieron. Porque la sociedad requiere ese crecimiento; las instituciones lo reclaman desde hace tiempo. Y no es un dato menor esta confluencia ó transversalidad ó concertación plural. Repito, es la tendencia que una sociedad en movimiento reclama. Es como si un cansancio generalizado se apoderara de cada hombre o mujer social y elije a quienes les aseguren un presente y un futuro para sus hijos. Esto es así. No hay vuelta de hoja.

A cuanta entidad intermedia de Las Toscas pudiera, el electo senador por nuestro departamento ha dicho que únicamente con la mano y firma del intendente se pueden canalizar proyectos sociales que el pueda conseguir.

Las antinomias se empiezan a esfumar. Creo que es tiempo de quebrar viejos mitos, como aquel que ninguno de los pensantes de nuestra sociedad económica y política puedan reunirse los de una y otra línea política. Cada uno defiende sus ideales pero coloca por encima de ellos el bien común. No creo que alguien pueda pensar que los triunfos o los buenos resultados benefician a alguno en particular.

Muchachos, el General Perón ha dicho que solo las organizaciones vencen al tiempo. Las obras quedan para la posteridad. No quedan los que la hicieron o gestionaron. Quien piensa atribuírselas, seguramente no será recordado como un “hacedor”. Veamos, propongo hacer un ejercicio de memoria: ¿la iluminación del campo de fútbol del Tiro Federal, alguien se acuerda quienes y como la hicieron? ¿Saben quienes y como se hicieron los aportes para el primer tinglado que cubría el patio de la Escuela 468? ¿Saben porque surgió el llamado Club Azul? Y ¿Saben porque no sobrevivió a los tiempos? Las obras hechas con convicciones de futuro y no con criterios mezquinos son las que perduran. Pero también, a los que hicieron el aporte, poco les importó que sean reconocidos.

Me parece oportuno reafirmar estas líneas con dichos del ex – presidente Alfonsín El autoritarismo, la intolerancia, la violencia, la compartimentación de la sociedad, la concepción del orden como imposición y del conflicto como perturbación antinatural del orden, la falta de disposición para escuchar al otro, para dialogar y llegar a compromisos, son maneras de ser y de pensar que deben ser erradicadas de la política argentina.


Hay que evitar los compartimentos estancos que, en mayor o menor medida, se conciben a sí mismos como encarnación del todo nacional, con exclusión de los demás. Así no se construye una democracia y ni siquiera una patria común, sino una conflictiva yuxtaposición de una patria y una anti-patria; una nación y una anti-nación.

Aprendimos la importancia del diálogo y el compromiso, desde 1983 a la fecha, cada vez que se trató de garantizar el pacto de convivencia frente a crisis graves o amenazas regresivas. Ahora, existe la oportunidad —y la necesidad— de hacerlo para avanzar hacia una república democrática sin menoscabos.

Las instituciones se agotan en el tiempo sino se las protege y esta protección se da en la vida misma, con la participación de todos. Deben ser pluralistas, sobre todo aquellas que por objetivos y definiciones propias pueden convocar a cientos, miles de personas. De lo contrario encontraran resistencia a ideas innovadoras, a proyectos comunitarios y al final, antes del ocaso el descreimiento.


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